Los analistas de la industria predijeron que 2020 sería muy parecido a 2019 para la construcción: crecimiento general del mercado a pesar de las presiones de costos, la escasez de mano de obra y las tendencias hacia proyectos de oferta fija.
La industria de la construcción representaba el 13% del PIB mundial antes de que la pandemia cerrara los sitios de construcción y suspendiera las cadenas de suministro. Se esperaba que el mercado global de materiales de construcción creciera de más de US $ 9,100 mil millones en 2018 a más de US $ 18,000 mil millones en 2025 con un crecimiento promedio anual de más del 10%.
Se espera que el mercado europeo, que todavía tiene un valor de 85 mil millones de dólares estadounidenses en 2017, crezca un 5,5% anual hasta 2024.
El mercado europeo
S&P Global estima que los ingresos de las empresas europeas de construcción y materiales de construcción calificadas podrían disminuir hasta un 20% este año. La buena noticia es que, si las políticas gubernamentales abordan de manera efectiva los problemas de salud pública, las industrias se recuperarán mucho más rápido de lo que lo hicieron después de la crisis financiera de 2008.
La necesidad de infraestructura civil y materiales de construcción todavía existe con el ritmo de crecimiento de la urbanización. De hecho, hay una acumulación de proyectos. Los paquetes de estímulo del gobierno y la inversión pública también contribuirán a la recuperación.
Esto no significa que la logística de la construcción y los materiales de construcción volverá a la normalidad que alguna vez conocimos. El trabajo se reanuda, sí. Pero la industria ya no puede permitirse trabajar de la misma manera e ineficiente. Las empresas que manejan logística compleja tendrán que simplificar sus procesos.
En 2019, un informe de McKinley estimó que el 60% de las empresas de la industria de materiales de construcción tenían un valor neutral. Otro 20% sufrió pérdidas financieras. Al 20% restante le estaba yendo bastante bien, incluso con regulaciones ambientales más estrictas. Ese 20% estaba mejor situado para sobrevivir al cierre, pero ¿por qué?
El auge de la digitalización
Un informe de McKinsey de 2020 señala que las empresas de ingeniería, construcción y materiales de construcción (BCE) que salieron fortalecidas de la crisis financiera de 2008 lo hicieron debido a acciones como la inversión en tecnologías digitales.
Esto sugiere que la digitalización es la forma en que la industria de materiales de construcción puede y debe adaptarse a la situación actual. No es demasiado tarde para que el otro 80% de esas compañías den un giro a su fortuna. La industria ha tenido tradicionalmente bajos niveles de digitalización, y aquellos que se aferran a los procesos manuales deben adoptar la transformación digital para seguir siendo relevantes.
En primer lugar, la prioridad para la construcción y los materiales de construcción es lograr la estabilidad financiera. Para los materiales de construcción, significa reducir los costos operativos al tiempo que mejora los niveles de servicio al cliente, agiliza las operaciones de la cadena de suministro y mitiga las pérdidas a través de información sobre los procesos de adquisición de mejores prácticas.
La automatización y optimización de la logística permite a las empresas gestionar el riesgo, aumentar la capacidad, reducir los costes y reducir las emisiones de CO2. Los datos recopilados por los dispositivos, como las tecnologías de los vehículos, y luego analizados, proporcionan una visión de 360 ° de las operaciones, lo que permite tomar decisiones más inteligentes.
La digitalización permitirá una colaboración ágil y flexible
El personal ya no estará atado al software en las instalaciones y, por lo tanto, a la oficina. Al adoptar una solución de optimización de transporte de extremo a extremo que opera en la nube, diseñada específicamente para su industria, pueden trabajar desde cualquier lugar y con todas las partes interesadas relevantes en cualquier momento. La digitalización puede reducir costes en todas las áreas de negocio. Se ha demostrado que reduce el tiempo de planificación hasta en un 75% al tiempo que reduce el kilometraje, las horas conducidas y las emisiones de CO2 hasta en un 25%. También puede reducir el número de vehículos necesarios hasta en un 10% y mejorar el servicio al cliente hasta en un 33%.
Re-pensar la estrategia
Las empresas que han pos poseso hacer ciertos movimientos verán la situación actual como una oportunidad. Por ejemplo, ahora es el momento de reasignar recursos y competencias si las áreas de su cadena de valor tienen un rendimiento inferior. La reciente agitación muy bien podría haber puesto de relieve los defectos, y las fortalezas, en los modelos de negocio. Aproveche esa nueva visión y actúe en consecuencia.
Poner patas arriba la cultura de la empresa
Tal vez esta tendencia debería haberse mencionado primero porque inicia cualquier transformación digital. Comienza con la adopción de nuevas formas de pensar, incluida la idea de trabajar desde casa cuando sea factible. Las empresas están interesadas en fortalecer sus posiciones para futuros tiempos inciertos. Mejorar las habilidades de los empleados en nuevas tecnologías y procesos ahora, en lugar de más tarde, se considera una protección del negocio.
Reciclaje de materiales de construcción
Para los mercados europeos, se prefieren los materiales regionales, tanto es así, que las innovaciones de nuevos productos tienen poco interés para los clientes de la industria. El reciclaje de materiales sigue siendo importante y solo crecerá en conveniencia, especialmente para cumplir con las regulaciones ambientales.
Se trata de una mejora a largo plazo
Las empresas se moverán para preparar su negocio para el futuro, lo cual es especialmente crítico dado que se reanudará la rápida urbanización.
La forma en que las empresas enfrenten estos desafíos requerirá visión. El plan está ahí: nuevas formas de pensar, un re-pensamiento estratégico y transformación digital.
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