En lo que respecta al cambio climático, no es ningún secreto que la humanidad se encuentra en una encrucijada. La ciencia ha quedado establecida, pero el reloj sigue corriendo. Hace casi diez años que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) adoptó el Acuerdo de París para limitar el aumento de la temperatura media mundial a 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales.
El problema es que necesitamos actuar para alcanzar los objetivos fijados y, a menos que los planes estén documentados, es difícil esperar un cambio significativo. Para las comunidades, organizaciones y empresas, un plan de acción climática es una forma fundamental de garantizar que se actúa.
Para ayudarle a empezar, veamos en qué consiste un plan de acción por el clima eficaz y repasemos los 7 pasos clave que deberá tener en cuenta a la hora de crear uno para su organización.
¿qué es la acción por el clima?
Antes de empezar a elaborar su plan, es importante dar un paso atrás para considerar qué significa la acción por el clima. Según la ONU, implica tomar "medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos", pero hay varias formas de conseguirlo.
Cuando hablamos de acción por el clima, normalmente el resultado esperado es una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), incluidos el dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4), el óxido nitroso (N2O), el dióxido de azufre (SO2), los hidrofluorocarbonos y otros. Dado que es imposible eliminar por completo las emisiones de GEI, el objetivo es lograr una reducción global o neta.
Diferentes términos (y métodos de cálculo) pueden ayudar a cuantificar esto, sin embargo, es importante entender las diferencias entre las distintas definiciones.
Los objetivos de la acción por el clima pueden incluir:
alcanzar la "red cero
Cero neto" es uno de los términos más utilizados cuando se habla de objetivos de acción por el clima. En pocas palabras, significa que la cantidad de GEI que se elimina de la atmósfera es igual a la cantidad que se aporta a través de las actividades humanas. El Cero Neto es el núcleo de la Norma Corporativa Cero Neto de la SBTi, que es un marco global que proporciona asesoramiento y herramientas para ayudar a las empresas a establecer y alcanzar objetivos de cero neto basados en la ciencia y alineados con el compromiso de limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 ºC.
neutralidad en carbono
La neutralidad de carbono es similar a la Red Cero, pero hay algunas diferencias. En primer lugar, mientras que la Red Cero incluye todos los GEI, la neutralidad de carbono sólo se refiere al dióxido de carbono. En segundo lugar, a diferencia de la Red Cero, la neutralidad del carbono no está alineada con una trayectoria específica de reducción de la temperatura. Por ello, sus cálculos suelen incluir acciones como evitar emisiones o compensarlas invirtiendo en "sumideros de carbono" como los bosques. También es menos estricta a la hora de informar sobre las emisiones de alcance 3.
ser positivo en carbono
El carbono positivo es un objetivo menos común que pretende ir más allá de la neutralidad de carbono para lograr impactos positivos adicionales en los niveles atmosféricos. En otras palabras, carbono positivo significa reducir y compensar las emisiones de carbono a un nivel superior al que se está emitiendo. Una vez más, el carbono positivo sólo tiene en cuenta el dióxido de carbono, y tiene unas normas de información menos estrictas que la Red Cero.
¿qué es un plan de acción por el clima?
Ahora que hemos repasado estas importantes definiciones, vamos a hablar de los pormenores de un plan de acción climática. Más allá de la contabilidad climática que puede ayudar a cuantificar las emisiones de los alcances 1, 2 y 3, un plan de acción climática detalla cómo actuarán las organizaciones para mitigar sus riesgos climáticos y aprovechar las oportunidades climáticas.
En pocas palabras, es una hoja de ruta que lleva a las organizaciones del compromiso a los resultados. Puede centrarse en lograr la reducción de emisiones, pero también en reforzar la resiliencia climática y aplicar estrategias de adaptación al clima, describiendo las medidas concretas que adoptará su organización para conseguirlo.
¿qué hace que un plan de acción por el clima sea sólido?
- Utilizar orientaciones de base científica
Es fácil para las empresas maquillar de verde sus acciones, pero por desgracia esto da más valor a las relaciones públicas que al cambio real. Por eso, un plan de acción climática sólido debe basarse en la ciencia. Por suerte, organizaciones como el SBTi ofrecen orientación científica sobre cómo establecer y alcanzar objetivos climáticos netos cero, lo que facilita a las organizaciones la tarea.
- Establecer objetivos claramente definidos
Disponer de objetivos bien definidos y con base científica sitúa a las organizaciones en el buen camino para actuar con eficacia, especialmente cuando se necesitan recortes profundos para reducir las emisiones. El SBTi informa de que la mayoría de las empresas deben reducir sus emisiones en más de un 90% para alcanzar el cero neto en 2050. Sostiene que establecer objetivos a corto y largo plazo basados en el cero neto, en lugar de la neutralidad o la positividad del carbono, es la mejor solución.
- Identificar a los responsables
Cuando se trata de cambios rápidos y profundos, es imprescindible contar con líderes climáticos. Un plan de acción climática sólido y eficaz indicará exactamente quién es el responsable de garantizar que se lleve a cabo cada acción. Si esto puede vincularse al plan de remuneración del líder, aún mejor.
- Especifique la aplicación
Cada paso debe ir acompañado de acciones específicas. También es importante tener en cuenta la recogida de datos y la elaboración de informes. Esto puede resultar complicado, pero existen soluciones de software como la Plataforma de Sostenibilidad AMCS que pueden ayudar a gestionar los datos y los detalles de su plan de acción por el clima.
- Incorporar la equidad a todos los niveles
Cuando se trata del impacto del cambio climático, los que se enfrentan a la mayor amenaza son también los menos responsables o los más vulnerables a los retos socioeconómicos. Un plan de acción climática debe desarrollarse desde la óptica de la equidad para identificar cómo los riesgos, las oportunidades y el cambio afectarán a las personas de manera diferente.
7 pasos clave: cómo crear un plan de acción por el clima
Ahora que hemos visto los elementos de un plan de acción por el clima eficaz, centrémonos en el proceso de creación de uno.
Aunque no existe un camino estándar para crear un plan de acción por el clima, que a menudo está formado por la naturaleza de su organización o la legislación que afecta a su industria o geografía, hay algunos pasos generales que todo el mundo puede dar para desarrollar un plan sólido.
1. Empezar con un compromiso respaldado por el liderazgo
El primer paso para desarrollar un plan de acción por el clima es conseguir el compromiso de los altos cargos. A menos que su organización esté verdaderamente comprometida con el cambio, el proceso de planificación será una batalla cuesta arriba. Busque un líder y pídale que se comprometa públicamente. Lo ideal es que provenga de la persona de mayor rango de la organización y que esté respaldado por una estrategia de remuneración u otros parámetros de responsabilidad.
2. Crear un equipo de planificación
Una vez conseguido el compromiso, el siguiente paso es reclutar a las personas adecuadas. Podría parecerse a un comité directivo e incluir a directores, mandos intermedios y expertos técnicos de distintas partes de la organización. Lo ideal sería que este equipo contara con el apoyo de especialistas en programas, gestores de proyectos y personal de apoyo para que las decisiones del comité se ejecuten.
3. Entender dónde estás y hacia dónde vas
Normalmente, el siguiente paso sería revisar las políticas, los procedimientos operativos y los objetivos existentes para ver cuáles apoyan ya la acción por el clima y cuáles deben ajustarse. Es importante revisar los datos para conocer su huella de emisiones actual, incluidas las emisiones de los alcances 1, 2 y 3. Es posible que también desee realizar un análisis de escenarios climáticos en esta fase, para comprender sus riesgos climáticos, sus oportunidades y sus opciones para hacer frente a ambos. Con estos conocimientos, podrá fijar objetivos que definan a dónde tiene que llegar.
4. Crear metas y objetivos específicos
Es importante que los objetivos y metas tengan una base científica. Esto garantiza el rigor y ayuda a evitar el lavado verde. El SBTi puede ser de gran ayuda en este sentido, ya que proporciona amplia información y recursos para ayudar a establecer objetivos siguiendo un planteamiento paso a paso. Algunos de los documentos que pueden consultarse son los Criterios y recomendaciones del SBTi para objetivos a corto plazo y los Criterios de la norma Net-Zero. También existenorientaciones sectoriales específicas para diversas industrias. Unos objetivos y unos parámetros bien definidos pueden hacer que su plan sea un éxito o un fracaso, así que tómese su tiempo en este paso.
5. Determine los pasos necesarios para alcanzar sus metas y objetivos
Lo siguiente es crear un plan en el que se detalle exactamente cómo va a alcanzar la organización los objetivos y metas fijados. A menudo incluirá objetivos a corto y largo plazo, y deberá confirmar los recursos financieros para garantizar que las actividades son realizables. También es aconsejable un plan de comunicación. Cuanto más detallado sea el plan en esta fase, pero con cierta flexibilidad para imprevistos, más probabilidades tendrá de tener éxito.
6. Elegir las herramientas adecuadas para
Llevar un registro de las actividades relacionadas con el clima puede ser un trabajo en sí mismo. Emplear la ayuda de una solución de software de acción climática, como la Plataforma de Sostenibilidad de la AMCS, puede suponer una gran diferencia. Puede ayudarle a alcanzar sus objetivos de acción por el clima con la ayuda del aprendizaje automático, simplificando y agilizando eficazmente la recopilación de datos sobre el clima, la previsión de escenarios y la visualización de resultados, para que pueda gestionar mejor tanto las acciones como los resultados. En lugar de depender de un montón de documentos y hojas de cálculo diferentes, una solución de software reúne todo en un solo lugar.
7. Aplicar el plan
Una vez aprobado el plan (y presentado, si así lo exige la ley), es hora de empezar a aplicarlo. Aquí es donde se pone la carne en el asador. Durante la fase de ejecución, es importante comunicarse a menudo y con todas las partes interesadas. También es importante hacer un seguimiento de los avances mediante un sistema de seguimiento de la acción por el clima y hacer evolucionar el plan a medida que se avanza. Un plan de acción climática es un documento permanente, no un plan único.
empiece a planificar hoy
Llegar a Cero Red en 2030 es un objetivo que merece la pena perseguir. Se necesitan urgentemente medidas que ayuden a limitar el aumento de la temperatura media mundial a 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales. Crear un plan de acción por el clima sólido y con base científica es un paso fundamental que toda organización debe dar para apoyar este objetivo colectivo.
Si necesita ayuda para desarrollar su plan de acción climática o para recopilar y gestionar los datos necesarios para aplicar el cambio, la AMCS puede ayudarle.
El tiempo corre y es hora de actuar.