El objetivo de cero residuos debe empezar por algún sitio
La ciudad de Fort Collins empezó con un 50 % y presentó un argumento comercial convincente para ir más allá al estimar en 6,5 millones de dólares los valiosos recursos que se tiran a la basura cada año solo en Fort Collins (Zero Waste Associates, 2013). Como la ciudad de Fort Collins, el primer paso es identificar un objetivo y, a continuación, establecer un plan para alcanzarlo.
Con demasiada frecuencia, el objetivo se fija en función de cómo se defina el residuo cero. La Conferencia de Alcaldes de Estados Unidos ha establecido una serie de definiciones que se centran en "diseñar y prever el uso y la gestión de materiales de manera que se preserve el valor, se minimicen los impactos ambientales y se conserven los recursos naturales (epa.gov, 2019)." Esta definición se centra en gran medida en el material. Además, incluye la responsabilidad y los incentivos fiscales para modificar el comportamiento a favor del reciclaje (eap.gof, 2019). Estas son definiciones sólidas y apuntan a las cosas correctas. Pero a menudo pasamos por alto componentes clave para el residuo cero: el proceso y la manipulación.
Uno de los aspectos más costosos del reciclaje es el transporte. Suelo llamar a la gestión de materias primas, como residuos y materiales reciclables, "Personas, Lugares y Cosas". Estás comprando o vendiendo cosas a y de la gente y moviendo este material de un lugar a otro. El transporte del material tiene un gran impacto en el medio ambiente, además de los costes. Sin embargo, hasta que todos nuestros vehículos de carga funcionen con energía limpia, es un hecho de hacer negocios.
Maximizar el valor del reciclado
Una buena forma de maximizar el valor en el reciclaje es aumentar la calidad del material entregado. Cada carga de cartón ondulado viejo puede contener contaminantes, no conformidades, desechos y humedad. Estos indeseables aumentan los costes de la mercancía deseada, afectan a las cifras de residuo cero al crear residuos y requieren una mano de obra de alto coste para filtrarlos de la cadena de suministro. Este material filtrado suele acabar en un vertedero. La mayoría de las instalaciones de reciclaje tienen algunas prácticas de clasificación para garantizar la calidad del material. Sin embargo, la mayoría de las prácticas se detienen en la clasificación del material y esperan que las deducciones o los incentivos negativos modifiquen el comportamiento del proveedor. Desgraciadamente, esto no suele ocurrir.
Lo que se necesita es un sistema que modifique el comportamiento de los proveedores. La mayoría de los proveedores no entregan intencionadamente material de mala calidad. En muchos casos, han llegado a aceptar las deducciones y rebajas como un coste de hacer negocios. No hay nada en el proceso actual que modifique el comportamiento para que el proveedor asuma la responsabilidad del material entregado. Un sistema que pueda documentar adecuadamente las cargas divididas, las reducciones de categoría, los contaminantes, los desechos, las no conformidades, la humedad y otros factores atenuantes que hacen que la carga no sea deseable le permite mantener un debate productivo con el proveedor para facilitar entregas de alta calidad. La creación de confianza con su proveedor a través de informes precisos y detallados permitirá procesos de clasificación más cortos con proveedores de confianza, materiales de mayor calidad, menos artefactos indeseables en el flujo de materiales y una mayor relación valor-coste.
Ayudar a los proveedores a mejorar la calidad
Aprovechar la tecnología para recopilar los detalles del proceso de clasificación y presentarlos después en un formato digerible a los proveedores ayudará a éstos a mejorar la calidad de su producto. El beneficio para el proveedor es un plazo de entrega más corto, menos rebajas y deducciones, y una mayor retención de clientes. Disponer de una herramienta que permita una revisión detallada de las cargas entregadas con el proveedor permite tomar medidas correctivas y minimizar los residuos en el flujo de valor.
El simple hecho de mejorar el diálogo con los proveedores para minimizar los residuos indeseables en las entregas puede contribuir significativamente a cualquier plan hacia el residuo cero. El primer paso es fijar el objetivo; el segundo, tener un plan. A la hora de planificar el objetivo de cero residuos, no hay que pasar por alto que el proceso contribuye de forma significativa a alcanzarlo.
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