La sostenibilidad hace que su organización resulte más atractiva para los inversores. Cada vez más, esto significa elaborar algún tipo de informemedioambiental, social y de gobernanza, pero no siempre basta con tener un programa de ASG y presentar un informe anual.
Más allá de documentar las medidas individuales, las empresas tienen que mostrar los avances en sus esfuerzos por reducir su impacto y gestionar los riesgos año tras año.
Además, con múltiples empresas que comparar y contrastar, y cientos de informes ASG que leer y digerir, los inversores necesitan un medio sencillo y objetivo de sopesar el resultado de estos esfuerzos entre empresas e incluso entre sectores.
Una puntuación ESG proporciona una forma abreviada de tomar estas decisiones basadas en el riesgo, ofreciendo una visión general de cómo progresa su organización a lo largo del tiempo. Pero, ¿cómo se determina su puntuación y qué es una "buena" puntuación?
Averigüémoslo.
¿Qué son las puntuaciones ESG?
Diseñada para condensar una gran cantidad de información en una sola cifra, una puntuación ASG es un medio de comparar eficazmente el riesgo en una cartera de inversiones, o entre inversiones potenciales.
Para dar a los inversores la confianza de que las puntuaciones son neutrales y cuantitativas, éstas son establecidas por terceras empresas de investigación de inversiones, proporcionando en última instancia una visión global de las operaciones de una empresa, sus riesgos y su capacidad para gestionarlos.
Sin embargo, a pesar de los esfuerzos por mantener la imparcialidad, las puntuaciones ESG han recibido algunas críticas porque no existe una forma estandarizada de asignar los puntos, lo que dificulta saber exactamente cómo se han determinado.
¿Cómo se calcula la puntuación ESG?
Para determinar las puntuaciones ASG, el rendimiento y el riesgo se evalúan utilizando parámetros ASG que pueden variar según la empresa y el sector, y también según la organización que realiza la calificación.
Por ejemplo, la puntuación ASG de un fabricante podría dar prioridad a factores como la conservación del agua y el uso de la energía, mientras que la puntuación de una empresa de inversión inmobiliaria podría ponderar más factores como la transparencia en el liderazgo y el compromiso con la comunidad. Este enfoque garantiza que la puntuación sea adecuada para el sector y sus riesgos, lo que se traduce en un progreso cuantificable.
Convertirse en una empresa sostenible no es una empresa de talla única. Muchas organizaciones se jactan de sus logros en sostenibilidad yendo a por lo fácil o a por iniciativas para sentirse bien que no se pueden cuantificar, sin introducir cambios significativos en sus operaciones más arriesgadas o peligrosas.
Por esta razón, una puntuación ESG también debe tener en cuenta el equilibrio entre la presencia de riesgo y la capacidad de una empresa para gestionarlo.
Por ejemplo, una empresa que utiliza un producto químico altamente regulado y peligroso en su producción puede considerarse de mayor riesgo, pero si tiene un sólido historial de protección del medio ambiente y de la salud y la seguridad, puede recibir una puntuación ESG más alta. Por otra parte, una empresa que no tenga problemas con productos químicos en su actividad, pero que no haga ningún esfuerzo por reducir las emisiones de los vehículos de su flota, puede recibir una puntuación más baja.
En algunos casos, la organización de calificación también puede asignar puntuaciones en función de sus propios valores o prioridades. Esto significa que una puntuación puede hacer más hincapié en la conservación de la biodiversidad o la reducción de la generación de residuos, mientras que otra puede favorecer más los derechos humanos y la protección de la privacidad de los datos.
¿Qué es una "buena" puntuación ESG?
En esencia, una buena puntuación es la que muestra un riesgo mínimo.
Amodo de ejemplo, Morningstar utiliza un índice numérico en una escala de 0 a 100 para sus puntuaciones ESG, según el cual una puntuación de entre 0 y 10 demuestra un riesgo insignificante, mientras que una puntuación de 30 a 40 representa un alto nivel de riesgo.
En comparación, otros servicios de calificación pueden utilizar calificaciones alfabéticas como:
- AAA y AA - Líderes del sector que van más allá para gestionar sus riesgos ASG
- A, BBB y BB - Estas empresas tienen un historial desigual o poco excepcional en la gestión de sus riesgos ASG.
- B y CCC - Estas empresas se consideran rezagadas que corren un alto riesgo de fracaso o exposición en su programa ESG.
En última instancia, cuanto menor sea el riesgo, más deseable será la empresa o el fondo como oportunidad de inversión. Aunque una puntuación ASG de bajo riesgo rara vez es el único factor determinante, los inversores que construyen una cartera basada en ASG utilizarán a menudo estas puntuaciones como parte de un conjunto más amplio de criterios para tomar decisiones de inversión, sopesando los riesgos ASG frente al potencial de rentabilidad financiera.
La sostenibilidad hace que su organización resulte más atractiva para los inversores. Cada vez más, eso significa elaborar algún tipo de informemedioambiental, social y de gobernanza, pero no siempre basta con tener un programa de ASG y presentar un informe anual.
Más allá de documentar las medidas individuales, las empresas tienen que mostrar los avances en sus esfuerzos por reducir su impacto y gestionar los riesgos año tras año.
Además, con múltiples empresas que comparar y contrastar, y cientos de informes ASG que leer y digerir, los inversores necesitan un medio sencillo y objetivo de sopesar el resultado de estos esfuerzos entre empresas e incluso entre sectores.
Una puntuación ESG proporciona una forma abreviada de tomar estas decisiones basadas en el riesgo, ofreciendo una visión general de cómo progresa su organización a lo largo del tiempo. Pero, ¿cómo se determina su puntuación y qué es una "buena" puntuación?
Averigüémoslo.
¿Qué son las puntuaciones ESG?
Diseñada para condensar una gran cantidad de información en una sola cifra, una puntuación ASG es un medio de comparar eficazmente el riesgo en una cartera de inversiones, o entre inversiones potenciales.
Para dar a los inversores la confianza de que las puntuaciones son neutrales y cuantitativas, éstas son establecidas por terceras empresas de investigación de inversiones, proporcionando en última instancia una visión global de las operaciones de una empresa, sus riesgos y su capacidad para gestionarlos.
Sin embargo, a pesar de los esfuerzos por mantener la imparcialidad, las puntuaciones ESG han recibido algunas críticas porque no existe una forma estandarizada de asignar los puntos, lo que dificulta saber exactamente cómo se han determinado.
¿Cómo se calcula la puntuación ESG?
Para determinar las puntuaciones ASG, el rendimiento y el riesgo se evalúan utilizando parámetros ASG que pueden variar según la empresa y el sector, y también según la organización que realiza la calificación.
Por ejemplo, la puntuación ASG de un fabricante podría dar prioridad a factores como la conservación del agua y el uso de la energía, mientras que la puntuación de una empresa de inversión inmobiliaria podría ponderar más factores como la transparencia en el liderazgo y el compromiso con la comunidad. Este enfoque garantiza que la puntuación sea adecuada para el sector y sus riesgos, lo que se traduce en un progreso cuantificable.
Convertirse en una empresa sostenible no es una empresa de talla única. Muchas organizaciones se jactan de sus logros en sostenibilidad yendo a por lo fácil o a por iniciativas para sentirse bien que no se pueden cuantificar, sin introducir cambios significativos en sus operaciones más arriesgadas o peligrosas.
Por esta razón, una puntuación ASG también debe tener en cuenta el equilibrio entre la presencia de riesgo y la capacidad de una empresa para gestionarlo.
Por ejemplo, una empresa que utiliza un producto químico altamente regulado y peligroso en su producción puede considerarse de mayor riesgo, pero si tiene un sólido historial de protección del medio ambiente y de la salud y la seguridad, puede recibir una puntuación ESG más alta. Por otra parte, una empresa que no tenga problemas con productos químicos en su actividad, pero que no haga ningún esfuerzo por reducir las emisiones de los vehículos de su flota, puede recibir una puntuación más baja.
En algunos casos, la organización de calificación también puede asignar puntuaciones en función de sus propios valores o prioridades. Esto significa que una puntuación puede hacer más hincapié en la conservación de la biodiversidad o la reducción de la generación de residuos, mientras que otra puede favorecer más los derechos humanos y la protección de la privacidad de los datos.
¿Qué es una "buena" puntuación ESG?
En esencia, una buena puntuación es la que muestra un riesgo mínimo.
Amodo de ejemplo, Morningstar utiliza un índice numérico en una escala de 0 a 100 para sus puntuaciones ESG, según el cual una puntuación de entre 0 y 10 demuestra un riesgo insignificante, mientras que una puntuación de 30 a 40 representa un alto nivel de riesgo.
En comparación, otros servicios de calificación pueden utilizar calificaciones alfabéticas como:
- AAA y AA - Líderes del sector que van más allá para gestionar sus riesgos ASG
- A, BBB y BB - Estas empresas tienen un historial desigual o poco excepcional en la gestión de sus riesgos ASG.
- B y CCC - Estas empresas se consideran rezagadas que corren un alto riesgo de fracaso o exposición en su programa ESG.
En última instancia, cuanto menor sea el riesgo, más deseable será la empresa o el fondo como oportunidad de inversión. Aunque una puntuación ASG de bajo riesgo rara vez es el único factor determinante, los inversores que construyen una cartera basada en ASG a menudo utilizarán estas puntuaciones como parte de un conjunto más amplio de criterios para tomar decisiones de inversión, sopesando los riesgos ASG frente al potencial de rentabilidad financiera.
Mejorar su puntuación ESG
El punto de partida para cualquier puntuación ESG es contar con un programa ESG sólido y bien documentado. Para obtener más información sobre los informes ASG, visite nuestra guía completa: Qué son los informes ESG.
Para asegurarse de que su organización obtiene la mejor puntuación posible, tendrá que demostrar que puede medir y gestionar los riesgos año tras año, en toda su organización.
La Plataforma de Sostenibilidad de la AMCS puede ayudarle a hacer precisamente eso, garantizando que pueda documentar su progreso en tiempo real, para realizar un seguimiento y alcanzar sus objetivos ASG.
Para saber cómo puede ayudarle AMCS a mejorar su puntuación ESG y atraer inversiones, hable hoy mismo con uno de nuestros expertos.