Los recicladores deben cumplir los ambiciosos objetivos fijados por la normativa de la UE. El incumplimiento de la normativa puede acarrear sanciones, por lo que debe conocer sus obligaciones. Esto se aplica tanto al propio proceso de reciclado como a sus obligaciones de información. Para cumplir la normativa, debe adaptar su estrategia a los requisitos legales.