La gestión eficaz de la energía en las empresas empieza por un conocimiento sólido de los riesgos y las oportunidades. Problemas como el envejecimiento de los equipos o la ineficiencia de los procesos pueden aumentar el consumo y los costes energéticos. Identificar estos riesgos en una fase temprana permite a su empresa realizar mejoras y planificar futuras demandas energéticas. Veamos qué puede hacer.
cálculo y priorización de las puntuaciones de riesgo
Para priorizar los esfuerzos de gestión energética, las empresas suelen calcular una puntuación de riesgo. Esta puntuación se determina evaluando el daño potencial causado por un riesgo y la probabilidad de que se produzca. Cuanto más alta sea la puntuación del riesgo, más apremiante será la necesidad de actuar. Este método garantiza que las medidas de ahorro energético se destinan a donde tendrán mayor impacto.
identificar los usos energéticos significativos (UES)
No todas las áreas de su empresa consumen energía por igual. Los usos significativos de la energía (UES) son aquellos procesos o sistemas que consumen más energía o presentan las mejores oportunidades de mejora. Por ejemplo, puede decidir centrarse en cualquier equipo que represente más del 5% de su consumo energético. Identificar estas áreas es crucial para planificar estrategias de ahorro energético.
visualizar el consumo de energía
Un diagrama de Sankey es una herramienta excelente para que las empresas visualicen el consumo de energía en las distintas operaciones. Al mostrar claramente cómo se distribuye la energía, estos diagramas ayudan a identificar ineficiencias y posibles áreas de mejora. Una recopilación de datos precisa y continua garantiza que la información obtenida de estos diagramas sea fiable y procesable.
diagrama energético de sankey
análisis de factores clave con regresión
El consumo de energía puede verse influido por numerosos factores, como los niveles de producción, el clima o las horas de funcionamiento. Realizando un análisis de regresión, puede identificar qué variables tienen un impacto más significativo en el consumo de energía. Por ejemplo, si descubre que un mayor volumen de producción se correlaciona con un mayor consumo de energía, puede ajustar las operaciones para optimizar la eficiencia.
establecer indicadores clave de rendimiento (KPI)
Los indicadores clave de rendimiento (KPI) le ayudan a medir y controlar el consumo de energía a lo largo del tiempo. Los KPI pueden ser absolutos, como el consumo total de energía en kilovatios-hora, o relativos, como el consumo de energía por unidad de producto. Estas métricas le permiten comparar el rendimiento actual con los datos históricos, ayudándole a comprender si las iniciativas de eficiencia energética están funcionando.
control y gestión de la energía
La supervisión continua de la energía es fundamental para gestionar eficazmente el consumo energético. Mediante el seguimiento continuo de los KPI, puede detectar cualquier desviación de los objetivos energéticos y tomar medidas correctivas rápidamente. Las empresas con necesidades energéticas grandes o complejas pueden beneficiarse del uso de soluciones de software para automatizar este proceso y garantizar la precisión en tiempo real.
Aquí es donde entra en juego el software de gestión AMCS ESG basado en la nube. Le ayuda a gestionar sus datos y a automatizar la elaboración de informes, por nombrar solo algunas de las ventajas de este software repleto de funciones.
creación de un plan de recogida de datos
Para que cualquier estrategia de gestión energética funcione, las empresas necesitan un plan claro de recogida de datos. Este plan debe detallar qué datos se recopilarán, con qué frecuencia y quién es responsable de recopilarlos. Por ejemplo, la recogida diaria de datos de consumo energético en una planta de fabricación garantizará que las tendencias energéticas puedan controlarse y gestionarse de forma eficiente.
fijar objetivos energéticos para el éxito
Los objetivos energéticos de las empresas deben ser específicos, mensurables y alineados con los objetivos generales de eficiencia. La norma ISO 50001 ofrece un marco para establecer estos objetivos, centrándose en las UES para maximizar el impacto. Por ejemplo, una empresa podría fijarse el objetivo de reducir el consumo de energía por unidad de producción en un 10% en dos años, con planes de acción detallados para conseguirlo.
la ventaja competitiva
Para las empresas, optimizar la gestión energética es algo más que una buena práctica: es una ventaja competitiva. Evaluando los riesgos, definiendo los SEU y aplicando una supervisión continua, puede mejorar sistemáticamente la eficiencia energética, recortar costes y contribuir a un futuro más sostenible. Con las herramientas y estrategias adecuadas, puede tomar el control de su uso de la energía y reducir los residuos de forma eficaz.
Con el software AMCS ESG Management basado en la nube, puede ir un paso más allá. Nuestro software reduce el tiempo dedicado a los procesos hasta en un 50 %, lo que le ayuda a ahorrar costes al tiempo que cumple las normas más estrictas en materia de gobierno corporativo sostenible.
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